LA LITERATURA Y LO ONÍRICO
Descubrí, muy tarde, que los sueños no son acerca de los detalles, ni de razonamientos agudamente pensados, sino de sensaciones, sentires tan aleatorios como el mismo argumento de su existencia.
Digo tarde porque en la cinta del Origen ya lo había dicho DiCaprio, ergo, todos como soñadores somos conscientes de esta verdad. Pero la idea de cómo trabajan los sueños no es propia de lo onírico, resulta ser fundamental en el espíritu humano, porque, siguiendo con el ejemplo de los sueños, cuando soñamos no percibimos, o demoramos en percibir que estamos soñando, pues resulta un lugar cómodo para tomarlo como real, pues ¿no definimos lo real por sentires que filtra nuestra mente? Sí, y la razón por la que sabemos cuándo estamos en un sueño es porque las sensaciones nos resultan demasiado puras, demasiado prematuras comparadas a las que nos presenta "la realidad". Esto se debe sencillamente a que el único lugar donde ocurren los sueños es en nuestra mente; así que podemos ver a los sueños como la idea que se hace nuestra mente de lo real. Tenemos ciertos sentires al acostarnos y la mente echa mano de la memoria para mostrarnos sucesos que asociamos al sentir... Y si analizamos esto, los sueños nos brindan mucha información, nos dice cómo filtramos lo experimentado en la "realidad".
Pero antes de que esto parezca "La interpretación de los sueños" quiero hablar sobre cómo encaja la literatura aquí, porque la idea de los sueños no es el argumento principal, lo esencial es que para nosotros las cosas no son como "realmente son" sino que son como lo que nos hicieron sentir (Tarkovsky), y los sueños son una manera de vislumbrar qué es para nosotros lo real. Y aquí me pregunto: ¿son los sueños la única manera de ver, puramente, lo que en nuestra mente es lo real? Y en este momento entra la literatura y lo hace así:
¿Qué diferencia a la literatura del cine? ¿Por qué es mejor para nosotros leer un libro o ver una película que contengan la misma historia? A priori no parece haber diferencia, al final los argumentos que se den son los mismos escritos o vistos. Aunque con lo desarrollado anteriormente se ve la diferencia, pues en el cine que nos cuenta lo mismo que un libro se nos presenta algo real, ya no es como un sueño, no se nos deja ver lo que imaginamos como real, sencillamente, como en el día a día, se nos presenta la realidad y estamos en proceso de filtrado de información para construirnos nuestra propia realidad; y a decir verdad, no está mal, pero sí es diferente al acto de leer, puesto que cuando leemos decodificamos una lengua a sensaciones en nuestra mente; con la literatura hay un enfrentamiento directo ente el lenguaje y nuestra interpretación de este, y pienso que aquí ocurre como en los sueños, no hay más realidad que la que tú te has construido a partir de tu léxico y las conexiones semánticas que has hecho; y aunque hay una interpretación del lenguaje para entender lo que se te argumenta, no hay imposición comparado a cuando interactuamos con la realidad, porque allí te tienes que hacer a un lado si te lanzan un objeto, no hay opción, o te quitas o hay dolor, la realidad es impositiva. En cambio, el lenguaje, puro y craso, sin imágenes ni guías, como está en la literatura, no se presenta más impositivo que las propias imposiciones que tenga nuestra idea de lo real. La literatura es onírica, se trata, como en los sueños, de sensaciones puras, prematuras, nacidas solamente de conectar ideas de la realidad de nuestra mente, pues cuando leemos, lo que leemos puede solo ser entendido a partir de conocimientos semánticos y sintácticos previos. Si nos presentan la palabra "flor" no todos pensaremos en la misma necesariamente. En cambio, si nos muestran un clavel en una pantalla, ¿puedo ver yo otra cosa? ¿no hay imposición?
Y se podría pensar que si la palabra fuera "clavel" en lugar de "flor" habría la misma imposición que cuando se muestra la imagen de un clavel, pero la idea sigue escabulléndose, pues tú y yo podemos imaginar claveles con tantas características distintas que se vuelve absurdo especificar su posición, su ángulo, su tonalidad... y pensaríamos ¿significa esto incapacidad del lenguaje natural? Y no, porque el lenguaje no nació para hacernos pensar a todos en el mismo clavel, sino para comunicar al otro, y que este me entienda, la idea clavel que tengo yo sin usurpar la suya. Sin esta idea no hay avance, dado que el avance se da por la diversidad de ideas, no por la homogenización de las ideas. Y dado este argumento, la literatura hace uso y reivindica al lenguaje natural, hace crecer, sin usurpar, la idea que cada uno tiene de la realidad, como en los sueños, los sentires puramente prematuros que nos presenta alimentan nuestro mundo interior y nos ayuda a encontrar el camino hacia las sensaciones que se ocultan a nuestros sentido físicos. De ahí que Don Quijote fuera un vidente, porque alimentó su mundo interior con literatura en demasía. Así que fue un hombre que "a pesar" de su locura decía más verdades que un cuerdo.
Me encantó ..estoy de acuerdo, somos más creativos cuando leemos...más imaginativos...nuestra mente se hace más ágil menos floja
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